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Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya vuelve a pedir a las grandes integradoras que reduzcan las entradas de animales vivos para evitar la entrada de la peste porcina africana y otras enfermedades en Cataluña y el resto del Estado. La entidad considera que tendrían que aumentar el nivel de controles de prevención de los lechones y cerdos importados, y solicitar analíticas de sangre o PCR en origen. Además, deben seguir una correcta trazabilidad de los animales para minimizar riesgos que podrían comportar males irreparables al sector.
Jaume Bernis, responsable de la sectorial del porcino de JARC, advierte que “se está poniendo en riesgo el sector porcino”. Hay que tener presente que las exportaciones tienen una importancia vital para que el sector cárnico, en general, logre un valor del 21,6% del PIB industrial catalán, y el 4% del PIB total de Cataluña; en el cual destaca el sector porcino, que representa el 66,18% de las exportaciones cárnicas y genera miles de puestos de trabajo directos e indirectos, además de contribuir a mantener el equilibrio social y económico en el territorio, gracias a las 5.475 explotaciones porcinas repartidas por Cataluña.
La entidad alerta del riesgo que supone la importación de animales vivos procedentes otros países de Europa, que entran a través de la Jonquera, la mayoría provenientes de Países Bajos (90%), Bélgica y Dinamarca. Este hecho implica que tienen que atravesar países y zonas, que han tenido, en los últimos años, o tienen un riesgo alto de encontrar casos positivos de PPA. El 20 de enero se detectó un nuevo foco de PPA, un jabalí infectado en Grecia, que se suma a los hasta ahora 10 países afectados por la enfermedad (Bélgica, Hungría, Estonia, Letonia, Polonia, Eslovaquia, Rumanía, Bulgaria, Alemania e italia). Y no es el único peligro al cual se expone el sector, también enfermedades, como el PRRS (Síndrome Reproductivo Respiratorio Porcino), que entró en nuestro territorio, procedente de Italia, y está causando grandes pérdidas económicas en las explotaciones porcinas.
Si se diera un foco de peste porcina africana en el estado español, las exportaciones se reducirían considerablemente, sobre todo, con destino en los países que no aceptan la regionalización, con el impacto social y económico que esto implicaría.
El control de la población de jabalíes es estratégico
Los jabalíes son transmisores de la PPA, por lo tanto, habría que reducir la población de esta especie, que en estos momentos es desorbitada. La organización considera estratégico el control de movimiento de jabalís, y propone que la administración establezca un canal de interlocución con la gente conocedora de los corredores de jabalíes, en los municipios donde existe una alta densidad.
La entidad solicita, por otro lado, que se activen las trampas que el DACC presentó a principios de semana, “Pig Big Trap”, y que JARC había propuesto desde que se detectaron los primeros casos positivos de peste porcina africana en jabalíes en Europa.
Otro punto destacado por la organización es la mejora sustancial en los centros de limpieza de los transportes a los mataderos, que no están lo bastante equipados para enfrentarse al reto actual. En este sentido, JARC sugiere incorporar equipos y personal de limpieza profesional para poder mejorar la desinfección que en estos momentos se efectúa a los camiones. Esta medida resultaría efectiva también para luchar contra el PRRS.
Los controles de bienestar animal próximos en la frontera continúan siendo insuficientes
JARC vuelve a incidir, por otro lado, en la importancia de que el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural aumente, tanto en intensidad como en número, los controles de bienestar animal a 1 km de frontera para vigilar el estado sanitario de los animales en los transportes. Como mínimo, la organización agraria concreta que tendrían que efectuarse controles 5 días en la semana. A pesar de que han ido aumentando lentamente los últimos años, continúan siendo insuficientes. “Desde JARC, exigimos que estas actuaciones se realicen conjuntamente a todas las vías de entrada de los animales en el estado español, localizadas en Cataluña, Navarra, Euskadi y Aragón”, añade Bernis.