Según el Instituto Robert Koch (RKI), 214.000 pacientes reciben tratamiento cada año a causa de las picaduras de garrapatas. Imagen: Sven Hoppe/dpa/picture alliance
Existen diferencias fundamentales en la incidencia e investigación de las enfermedades causadas por garrapatas en Alemania y Latinoamérica. ¿A qué se debe?
Un joven latinoamericano es picado por una garrapata en Alemania. Todos le dicen que vaya al médico y, apremiado por los consejos, finalmente cede. El doctor lo atiende y le explica por qué en Alemania la gente se preocupa tanto por las picaduras de este parásito. En realidad, en América Latina las garrapatas no son un problema grave para las personas, aunque suelen atacar a perros y otros animales.
Un parásito complejo
En Europa, Asia y Norteamérica, las enfermedades causadas por garrapatas son muy temidas: la enfermedad de Lyme, también llamada borreliosis, es el horror más absoluto. La borrelia es un tipo de bacteria de la llamada familia de las espiroquetas, similares a las de la sífilis. Son bacterias en forma de espiral, enrolladas, que serpentean por el cuerpo y pueden llegar también al cerebro. Pueden tratarse con diversos antibióticos, pero la terapia es muy larga y tediosa, y puede llegar a durar años, por temor a las recaídas.
El diagnóstico también es complejo y los síntomas son variados y casi interminables: escalofríos, confusión, artritis, hinchazón articular, depresión, trastornos del sueño, dolor nervioso intenso, parálisis facial o daños en el sistema nervioso central, entumecimiento, problemas de visión o audición y parálisis del tronco, brazos o piernas.
Estas bacterias se encuentran en la saliva de las garrapatas y se transmites con cada ingesta de sangre. Una garrapata infectada transmite el patógeno a su descendencia, incluso las garrapatas jóvenes y diminutas ya pueden transmitir Borrelia. Alrededor del 30 por ciento de todas las garrapatas de Alemania están infectadas.
Menos infecciones en el hemisferio sur
Cientos de miles de personas se ven afectadas sólo en Alemania. De hecho, el Instituto alemán Robert Koch (RKI) afirma que 214.000 pacientes reciben tratamiento cada año por esta causa, aunque el número de casos no declarados es mucho mayor. ¿Pero por qué parece que este parásito no supone un problema de salud en América Latina?
«En realidad suele haber muchos menos casos de enfermedad de Lyme en el hemisferio sur que en el hemisferio norte», dice a DW el Dr. Thomas Weitzel, especialista en medicina interna, microbiología, medicina tropical e infectología. Weitzel procede del hospital público universitario Charité de Berlín y actualmente vive y trabaja en Chile. «Hay menos picaduras de garrapatas y también, que sepamos, menos enfermedades transmitidas por garrapatas», sostiene.
Esto se debe principalmente a que en el hemisferio sur, incluida América Latina, hay una clase de garrapatas completamente diferente. En lugar de las garrapatas de la madera, que son las garrapatas fuertes que viven en Alemania, en América Latina hay muchas garrapatas blandas debido a que han evolucionado, y pican mucho menos a las personas, y más a los animales. Sólo por esta razón, hay muchas menos infecciones.
Además, estas garrapatas blandas son portadoras de otros agentes patógenos. También hay bacterias borrelia en Latinoamérica, pero se trata de una especie diferente que no causa la enfermedad de Lyme, tan temida en Europa y Estados Unidos.
Otras enfermedades en América Latina
La bacteria borrelia latinoamericana desencadena la llamada fiebre recurrente, que, sin embargo, es muy poco frecuente. Por otra parte, en América Latina hay otras enfermedades transmitidas por garrapatas que no se dan en Alemania: por ejemplo, la fiebre maculosa brasileña, causada por la bacteria rickettsia. «Se trata de una enfermedad muy peligrosa, a menudo mortal. Si no se detecta, el 20-30 por ciento de los pacientes pueden morir. Sin embargo, puede tratarse bien y fácilmente con antibióticos si se descubre a tiempo», explica el Dr. Weitzel.
La fiebre maculosa brasileña tiene el mismo patógeno que la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas en Estados Unidos y se da en Brasil, Colombia y el norte de Argentina. Mientras que la enfermedad por borrelia suele ser prolongada y crónica, las rickettsias desencadenan una enfermedad febril aguda. Las bacterias se multiplican en las células de las paredes vasculares y desencadenan una inflamación de los vasos sanguíneos que afecta a todo el organismo. El paciente tiene fiebre alta y a menudo también una erupción cutánea típica, de ahí el nombre de fiebre manchada o maculada.
Más investigación para detectar la enfermedad
Pero las enfermedades transmitidas por garrapatas también suelen estar menos estudiadas que las transmitidas por mosquitos, especialmente en América Latina, donde hay escasas publicaciones científicas sobre el tema y relativamente pocos datos recopilados. «En el caso de las enfermedades transmitidas por garrapatas en Sudamérica, actualmente sólo conocemos un pequeño espectro de lo que realmente hay», recalca Weitzel.
El experto añade que suelen producirse errores en el diagnóstico, como con la fiebre maculosa brasileña. «Especialmente en las zonas rurales de América Latina, la primera sospecha de fiebre es malaria o dengue, y luego no se realizan más investigaciones. Y los exámenes para estas enfermedades transmitidas por garrapatas, como las rickettsias y la borrelia, en parte ni siquiera están disponibles. Hasta hace poco, no había forma de diagnosticarlas en Chile y teníamos que enviar la sangre a Norteamérica». (aa/dzc)
*Tomado de: https://www.dw.com/es/garrapatas-un-problema-de-europa-y-no-de-am%C3%A9rica-latina/a-66623657