Foto/eurocarne.com
Los once acusados de la comercialización de carne de caballo en mal estado, algunas piezas incluso con restos de melanoma, y sin pasar los correspondientes controles sanitarios han reconocido los hechos ante la Audiencia Nacional y han aceptado penas de prisión. Así lo recogen medios locales, como Noticias Bierzo en su página web, desde donde añaden que las penas oscilarían entre los 10 meses y los dos años y medio. Inicialmente se pedían más de nueve años de prisión por estos hechos.
Junto a las penas de cárcel, la información recoge que se contemplan también inhabilitaciones especiales para la profesión, oficio, industria o comercio relacionado con la venta de ganado equino a los consumidores.
Los hechos ocurrieron entre 2016 y 2017 en dos mataderos de las localidades leonesas de Astorga y Toreno, desde las que los acusados contribuyeron a la introducción en el mercado de carne de caballo no apta para consumo humano, evitando su trazabilidad y control sanitario.
Una carne que procedía de caballos de los que no se disponía documentación o que la que tenían evidenciaba que no era apta para el consumo humano, es decir, que tenían lo que se denomina en el sector «pasaporte rojo». Este certificado se «blanqueaba» con el de otros animales, algunos incluso muertos.
Otros ejemplares directamente se sacrificaban y «entraban en la cadena alimentaria humana» sin ser válidos para ello, según la Fiscalía, recoge la Vanguardia en su página web.