Lecheros entre la espada y la pared: heladas, precios e importaciones

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Diario La Economía

Los ganaderos productores de leche arrancaron el año con dificultades, el clima no ayuda, los precios siguen sin reaccionar y las importaciones aumentan, panorama difícil.

El clima sigue siendo un fuerte dolor de cabeza para la agricultura en Colombia, hace unos días las lluvias no paraban, de hecho, cafeteros y otros sectores productivos sufrieron por una temporada de lluvias intensas que superó los tres años generando todo tipo de contratiempos.

El sector lechero cerró el 2023 con algunos apuros habida cuenta que cayó el precio al productor, se reportó menor consumo de leche y para colmo de males los grandes compradores del alimento no absorbieron las cantidades acostumbradas. A lo anterior se sumaron los altos costos de producción.

Los criadores de ganado lechero aseguran que el precio al productor bajó en 10 por ciento a finales de 2023 en tanto que los precios de los lácteos al consumidor mostraron un repunte que oscila entre 4.2 por ciento y el 21.8 por ciento, hoy el clima seco aumenta los problemas y siguen presentándose unos temas que impactan la dinámica lechera en el país.

 

 

En charla con Diariolaeconomia.com, el presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Leche, Analac, Felipe Pinilla de Brigard, indicó que hay inconveniente por las heladas que se presentan en las zonas de altura, pero también por los incendios forestales que amenazan la actividad puesto que se registran muy cerca de las explotaciones, las mismas que siguen viendo cómo cae el precio de la leche.

Sin embargo, aseveró Pinilla, éstas son semanas muy movidas y seguramente van a cambiar tendencias, escenarios que empezarán a variar en la segunda o tercera semana de febrero en donde se esperan mejores noticias frente al precio al productor que se espera sea más alto y algo más bajo al consumidor en el campo porque hay demasiadas aristas empujando, de todas maneras, sostuvo, hay que esperar cómo se desenvuelve el asunto para saber cuál será el impacto final.

El 2023 cerró con indicadores a la baja para los productores y aunque se siguen esperando las cifras oficiales del ministerio de Agricultura, lo más seguro es que el año en producción cierre igual a 2022, un poco por debajo, cabe recordar que en ese periodo la producción total llegó a 7.500 millones de litros, de todas maneras, hay que tener en cuenta que hubo el año anterior una preocupante caída en la leche que adquiere la industria.

 

“2023 será un año similar a 2022, un poco por debajo, pero no mucho porque el año no será tan alto como 2022 ni tan bajo como 2021. Cerramos un año en donde el precio al productor estaba 11.6 por ciento por debajo del cierre de 2022 mientras que los precios al consumidor siguen altos, es decir que 2023 termina como una oportunidad para que el precio al consumidor de lácteos baje y así se potencie el consumo”, declaró el señor Pinilla.

 

Siguen creciendo las importaciones

 

 

Según Analac, en materia de comercio internacional siguen llegando muchos lácteos de afuera, sobre todo de Estados Unidos y del sur de Suramérica, aunque también hay productos que llegan de la Unión Europea.

El dirigente gremial apuntó que en materia de importaciones es bueno tener ojo avizor porque es oportuno saber quién importa porque ha habido experiencias en otros sectores en donde las importaciones sirven de dumping y en casos según los productores para el lavado de dinero, un llamado al ministerio de Comercio, Industria y Turismo para que ponga la lupa en esas internaciones que pueden tener visos de ilegalidad, un tema que debe quedar descartado para tranquilidad de todos.

Frente al mercado, Pinilla de Brigard anotó que es necesario promover el consumo de leche y lácteos colombianos y reconoció que, aunque le falta fuerza a esa promoción ha venido desarrollándose cada vez más. Precisó que el país lechero demanda de los agentes de control cada vez mayor celeridad y capacidad para revisar qué tan confiable y en qué términos llega la leche y los lácteos provenientes de otras latitudes, todo para que sea utilizada debidamente y compita lealmente con la producción nacional.

Estimó demasiado perentorio aprovechar más los mercados que abrió Colombia y que pueden servir como válvula de escape y mecanismo para afrontar situaciones críticas que se puedan dar en el sector.

 

 

Por fortuna, dijo, el producto colombiano es de muy buena calidad y por ello es necesario promover lo que tan bien obtiene Colombia tanto adentro como afuera porque por atributo lo que se hace en Colombia a nivel lácteo gusta.

 

“Aunque el productor lechero colombiano sufre por la competencia que generan estas importaciones, no puede obviar que hace parte de un sector que tiene potencia, un desarrollo interesante y una capacidades muy buenas, una base sólida para trabajar en catapultar producto, seguir haciendo gestión sobre la base del mejoramiento genético y la innovación y por esa vía lograr un mejor posicionamiento de los hatos colombianos tanto a nivel local como en el ámbito internacional”, declaró el señor Pinilla de Brigard.

 

Las importaciones, dijo el directivo, son legítimas, pero siempre y cuando respeten las reglas de juego y se logren con toda lealtad en el comercio, un tema que invita a tener las alertas encendidas, pero destacó que afortunadamente las responsabilidades de cada entidad por revisar esos aspectos están claramente definidas, aclarando que deben hacerse ajuste en celeridad y en la capacidad instalada que el estado debe garantizar para que cada vez que haya algún actor que no cumpla con la normatividad sea debidamente investigado y sancionado.

Con el cierre del último trimestre, señaló el directivo, se reportó un periodo mucho más seco y acercándose a las condiciones de sequía derivadas del fenómeno de El Niño que proyectó el primer trimestre de 2024 como la parte más compleja en materia de la magnitud y el impacto.

 

 

La producción lechera en 2022 fue de 3.369 millones de litros, es decir la obtención que se comercializó formalmente, la cifra más cercana que tiene el gremio. La producción total en donde hay una gran parte de la producción de la que no se tiene información está como se anotó sobre los 7.000 millones de litros.

 

“Este 2023 cerrará por el orden de los 3.200 o 3.250 millones de litros, pero hay que esperar a que el Ministerio nos cuente qué ha pasado, pero el despacho ha estado un poco demorado”, afirmó el presidente ejecutivo de Analac.

 

Siguen las mejoras para aumentar la productividad

Para nadie es un secreto que el sector ganadero colombiano sigue haciendo sus apuestas genéticas para aumentar los rendimientos en carne y leche, de hecho, ha importado nuevas razas y ha aprendido a manejar cruzamientos de enorme potencial tal y como pasa con el Gyrolando, Guzolando y otras castas producto de la mezcla genética.

 

 

Para Felipe Pinilla de Brigard el ganadero especializado en leche es un sector grande y con una diversidad de tareas y formas de hacer las cosas. Reconoció que indiscutiblemente hay un grupo de productores en cada región del país en donde se encuentra sin importar si es pequeño, mediano o grande, se han venido haciendo mejoras, todo por la productividad y la sostenibilidad, ello con la finalidad de darle una visión empresarial a su actividad y en ese sentido han encontrado y logrado avances significativos que en sus casos particulares los ha llevado a tener una actividad lechera consolidada, robusta que les permite tener resultados rentables en diferentes momentos del año muy a pesar de que hay momentos críticos, pero que la debida organización y el trabajo de largo plazo en buenos pastos, genética, salud animal y otros frentes, ayudan a que esos instantes amargos se puedan sobrellevar y a final de año tener un resultado rentable.

Una tarea pendiente está por el lado de bajar la dependencia de materias primas importadas para impulsar la competitividad en el sector en donde el 80 por ciento de productores tienen menos de 50 vacas. Otro nudo por soltar y en donde debe mejorarse es en mejorar el rendimiento de las vacas por cuanto cada una produce en promedio 5.5 litros de leche por día, una obtención visiblemente por debajo a la de países como Chile que logra con su ganadería de leche duplicar la colombiana, pero esta México que ordeña 13.3 litros por vaca y Estados Unidos que alcanza los 30 litros. Los ganaderos colombianos siguen insistiendo con el mejoramiento genético, han logrado avances, pero frente a los demás, la tarea va a mitad de camino.

 

El clima, todo un desafío

Con el tremendo clima, las altísimas temperaturas y una sequía que sigue creciendo son muchos los retos para los ganaderos y muy especialmente para quienes producen leche.

 

 

Algunos hatos están haciendo uso de las reservas que se lograron acopiar en pastos y suplementos, todo por previsión y haciendo la tarea en preparación para una sequía que estaba más que anunciada. Quienes guardaron están tranquilos porque en los campos ya se ven pastos quemados o amarillos, sin dejar de lado los que se está llevando el fuego por la ola de incendios.

Los alimentos de las fincas precavidas llegaron de otras fincas y de diversas regiones como pastos secos, forrajes, ensilaje y diversos suplementos empiezan a ser muy útiles porque ahora con la escasez de agua y las altas temperaturas están limitando la producción de pastos y la calidad de los mismos.

Las temperaturas reportadas son casi que históricas porque las autoridades meteorológicas y ambientales dicen que es un verano fuerte en donde el trópico bajo lo ha sufrido con mayor contundencia en términos de temperatura, pero igual en las zonas de altura como Nariño, Boyacá, Cundinamarca y Antioquia en donde además castigan con todo rigor las heladas, todo un impacto fuerte que se venía venir, que se había anunciado para que cada quien se preparara de la mejor manera, empero el directivo expresó que si llegara el momento en que el golpe del verano trascenderá la capacidad que tiene cada productor individual, algo que se ve con todo lo que está pasando y que requieren como de una acción conjunta de respuesta debido a los incendios forestales y a otras expresiones del clima, algo que el sector agropecuario lo estará necesitando cada vez más para poder mantener la producción de alimentos en el país en este arranque de año.

 

Los TLC hay que fortalecerlos

 

 

Desde el punto de vista del presidente ejecutivo de Analac, Felipe Pinilla de Brigard, los tratados de libre comercio deberían potenciarse y aprovecharse de mejor manera porque son de hecho una herramienta de comercio útil y totalmente versátiles.

En este aparte dijo que aparte de potenciar esos convenios, hoy en pleno vigor, es necesario que los diferentes sectores alcancen un desarrollo que les permita aprovechar esas oportunidades de comercio internacional y en eso, expuso, hay un montón de variables que todavía se deben trabajar para estar mejor preparados de cara al comercio internacional sacando producción colombiana a los mercados globales y eso, insistió, tiene que ver con volumen, calidad estandarizada, procesos sanitarios, inocuidad y otros aspectos, luego no se trata solo de revisar la regla sino también, sobre lo que está acordado, revisar la capacidad instalada que se tiene como sector en lo privado y en lo público.

El país está en capacidad de acrecentar los hatos y subir la producción lechera, sin embargo, es necesario tener una opción exportable pues logrando avanzar en ello, lo primero que va hacer es ayudar en las temporadas de abundancia de leche para el mercado local que tendrá con las exportaciones una válvula de escape para promover la estabilidad del mercado interno. Con eso, manifestó el presidente ejecutivo de Analac, se empezaría a trabajar en un menor impacto en esas temporadas de abundancia de leche que generan un freno fuerte y un obstáculo grande en la producción de leche porque llega un momento en el que el mensaje apunta a no incrementar la producción lechera o como ha sucedido, ha bajarla, contexto que terminó siendo una traba permanente en el sector y si se tuviera esa válvula de escape, las temporadas de súper abundancia se pasarían con menor impacto y empezaría a desarrollarse con mayor holgura el mercado local y permitiría ver con mayor claridad las oportunidades grandes, de mayores volúmenes en el mercado internacional y bajo esas circunstancias se podría pensar en una apuesta exportable más sólida, pero es un proceso que debe arrancar para ir consolidándose y creciendo en el largo plazo.

 

 

Al ganadero que produce leche hay que decirle, según Analac, que se le reconoce todo el esfuerzo que como productor hace, sabiendo que cada año trae múltiples situaciones, todas complejas que finalmente deben enfrentar.

Lo segundo, apuntó, es no desfallecer en ese esfuerzo y procurar darle una visión empresarial a la actividad que se hace sin importar si es pequeño, mediano o grande ya que en producción lechera en cada nivel hay que tener esa dinámica empresarial que es la que permitirá planear con más tiempo cada aspecto en la finca, ver excelentes resultados financieros en la explotación y en ese sentido seguir avanzando en el resultado que obtiene en cada hacienda año a año.

Aparte del nuevo incremento en los fletes consecuencia de la geopolítica, el clima y todo el abastecimiento de ensilajes, forrajes, suplementos y otras compras para paliar la coyuntura, los costos de producción por fuerza de mercado aumentan, eso sin tener en cuenta los costos de mano de obra y logística.

Atender el verano como productor, aseveró Pinilla, conlleva a incurrir en acciones adicionales como traer comida de fuera de la finca, pagar agua a mayores precios porque su acceso se hace complicado y con mayor valor, hay temas como la limitación que hay en los sistemas de riego, un entorno de carestía propio de los tiempos de escasez.

*Tomado de: https://diariolaeconomia.com/notas-de-la-finca/item/8358-lecheros-entre-la-espada-y-la-pared-heladas-precios-e-importaciones.html