Foto/eurocarne.com
Unións Agrarias presentó esta semana una denuncia ante la AICA española y gallega y ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia por la venta a pérdida a la que están obligando las industrias gallegas en el sector vacuno.
Desde la asociación detallan que «con un diferencial de más de un euro entre lo que cuesta producir un kilo de carne y lo que reciben las granjas por ello; y ante la homogeneidad de precios que, al igual que ocurrió con la leche, se imponen a los productores de manera unilateral y sin margen de negociación«. La organización agraria entiende que existen indicios más que suficientes para que las administraciones y organismos competentes inicien actuaciones, investiguen a fondo y actúen para poner fin a prácticas que atentan contra la rentabilidad y el mantenimiento de las explotaciones vacunas de nuestro país.
Los datos hechos públicos por la Xunta de Galicia, correspondientes a un estudio de costes encargado por la administración regional a la Fundación Juana de Vega, son la base de la denuncia presentada por Unións Agrarias. Y según las cifras hechas públicas en 2023, tras el fuerte aumento de los costes de producción que la invasión de Ucrania y la sequía supusieron para el sector productivo, producir un kilo de carne de vacuno costó 7,60 euros el año pasado. Sin embargo, el precio que recibieron las fincas gallegas fue de sólo 6,20€. Pero no se trata de una situación nueva, porque ya en 2022 otro estudio realizado por el mismo organismo, también a petición de la Xunta, cifraba ese coste de producción en 6,20 €; un euro por debajo de los 5,20€ que cobraban las granjas en su momento.
Al margen de las sanciones que esta conducta generalizada y reiterada podría acarrear a las más de 100 industrias cárnicas que operan en Galicia, Unións Agrarias pretende que su denuncia sirva como punto de atención para que se empiecen a hacer las cosas de otra manera. Y es que, tal y como destacó hoy la organización en rueda de prensa, la capacidad de resistencia del sector productivo está ya al límite.
Unións Agrarias entiende que ahora, con el sector productor en la calle, es el momento de informar y sensibilizar a la sociedad sobre la situación real de las explotaciones agrícolas, que no se han beneficiado del aumento de la PVP de los alimentos que vienen sufriendo los consumidores desde hace más de un año. año. Asimismo, considera que la sentencia dictada por la Audiencia Nacional, que hace una semana ratificó la existencia del cártel de la leche y el delito cometido por las industrias lácteas por pactar bajar los precios, sienta un precedente positivo que puede servir de empujón para conseguir Las cosas para empezar se hacen de otra manera también en la carne.
La analogía existente entre todos los contratos firmados entre industrias cárnicas y ganaderías en Galicia muestra la ausencia de negociación colectiva que se está produciendo en el sector. Por ello, Unións Agrarias exige que se investiguen todas las industrias abarcadas por Asogacarne e insta a las administraciones a habilitar la tan cotizada figura del mediador. «No queremos que se sancione a nadie, pero que se consolide la realidad que venimos denunciando desde hace tanto tiempo y que las administraciones activen los mecanismos pertinentes para frenar este tipo de conductas que impiden a los agricultores cobrar precios justos por sus producciones.»