No es fácil competir con la carne vacuna

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Todavía tiene ínfima difusión en Estados Unidos, pero ya está envuelta en serias controversias. Fotografía de David Parry Reuters

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En Estados Unidos arde la polémica por los productos de laboratorio. Existen desacuerdos dentro de la cadena, pero el apoyo del consumidor aparece retaceado

Es una pelea lejana para nosotros, al menos por ahora. En el mundo desarrollado la historia es distinta. En los últimos años han surgido allí experimentos de diversa índole tendientes a reemplazar la carne vacuna por sucedáneos en los platos de los consumidores. Lo cierto es que a estos discutibles reemplazantes de un buen bife, la tarea se les ha vuelto cuesta arriba. “La carne cultivada en laboratorio no está disponible actualmente en ningún supermercado o restaurante de Estados Unidos, y si algunos legisladores se salen con la suya, nunca lo estará”, advierte un medio especializado del país del norte.

En este camino, a principios de del mes pasado, tanto Florida como Alabama prohibieron la venta de carne obtenida a partir de células animales. En Iowa, el gobernador firmó un proyecto de ley que prohíbe a las escuelas comprar carne cultivada en laboratorio. A decir verdad, los legisladores federales también buscan restringir los movimientos de este producto.

Un senador de Alabama fue al hueso. “Los habitantes de este estado quieren saber qué están comiendo, y no tenemos idea de lo que contienen estas cosas ni de cómo nos afectará. La carne vacuna proviene del ganado criado por productores, no de una caja de Petri cultivada por científicos”, sentenció.

Dos estados de la Unión acaban de prohibir la venta de este tipo de carne (Amir Cohen / Reuters)Dos estados de la Unión acaban de prohibir la venta de este tipo de carne (Amir Cohen / Reuters)

No está claro cómo sigue esta historia, porque algunas empresas de carne cultivada estarían considerando emprender acciones legales, y ciertos estados, como Tennessee, archivaron las prohibiciones propuestas. Aún así, es un presente desalentador para un año que comenzó con gran optimismo para la industria de la carne cultivada.

Por cierto, Estados Unidos aprobó la venta de carne cultivada en laboratorio por primera vez en junio de 2023, lo que permitió a Good Meat y Upside Foods vender pollo cultivado. Dos restaurantes estadounidenses de alto nivel agregaron brevemente los productos a sus menús, y algunas empresas de carne cultivada comenzaron a ampliar la producción.

El punto es que poco tiempo después los políticos estaban pisando el freno; los legisladores de siete estados introdujeron leyes que prohibirían la carne cultivada. Es más, en el Senado de Estados Unidos, dos parlamentarios presentaron un proyecto de ley en enero para prohibir el uso de carne cultivada en laboratorio en los programas de almuerzos escolares. “No debemos caer en reemplazos apresurados –advirtió uno de estos legisladores-. Tenemos una industria de mil millones de dólares, y alimentamos a un montón de personas en todo el país con nuestras actividades ganadera vacuna, porcina, avícola y pesquera”.

Por ahora la producción de este tipo de carne es costosa y eso limita su llegada al consumidor (REUTERS)Por ahora la producción de este tipo de carne es costosa y eso limita su llegada al consumidor (REUTERS)

La reacción no se limita a Estados Unidos. Italia prohibió la venta de carne cultivada en laboratorio a fines del año pasado. Los legisladores franceses, por su parte, también han presentado un proyecto de ley para ir por el mismo camino.

Da la impresión de que estos productos han muerto antes de nacer, porque la reacción negativa se expande a pesar de que la carne y los mariscos cultivados en laboratorio están lejos de llegar en volúmenes importantes al mercado, ya que su producción es onerosa.

La periodista que ha investigado este tema pone de relieve que las empresas involucradas trabajan a destajo para reducir costos, mientras piensan cómo responder a las prohibiciones estatales, especialmente Good Meat. Paralelamente aseguran que sus productos están sometidos a rigurosas pruebas de seguridad gubernamentales antes de salir a la venta, y juran que no pretenden reemplazar a la carne vacuna sino encontrar formas de satisfacer la creciente necesidad mundial de proteínas.

La polémica también involucra a las importaciones, que no estarían sujetas a los mismos límites. En enero, por ejemplo, una empresa israelí recibió la aprobación preliminar para vender los primeros filetes del mundo elaborados con carne vacuna cultivada. China también está invirtiendo mucho en carne cultivada en laboratorio, y se lanzará al mundo en cualquier momento.

Las opiniones dentro de la cadena están divididas, al igual que entre los industriales de la carne (REUTERS/Paulo Whitaker)Las opiniones dentro de la cadena están divididas, al igual que entre los industriales de la carne (REUTERS/Paulo Whitaker)

Pero las cosas no son tan claras como parecen, hay fuego amigo en el medio. No toda la industria cárnica estadounidense apoya las prohibiciones. Algunos como JBS Foods, están trabajando en el desarrollo de su propia carne cultivada. A su turno, desde la Asociación Nacional de Ganaderos de Carne de Vacuno avisaron que no temen competir con estos productos, como una forma de desalentar el veto a la carne cultivada. Asimismo, el Instituto de la Carne, que representa a JBS, Tyson y otras grandes empresas cárnicas, envió una carta a los legisladores de Alabama advirtiéndoles que la prohibición estatal antes comentada probablemente es inconstitucional.

Se puede concluir que mientras los actores de la cadena están divididos en sus opiniones, por ahora el consumidor no le ha dado el visto bueno a estos productos de laboratorio, que la tienen más complicada de lo que imaginaban. Quizás algún día esta pelea no sea tan lejana a nosotros.

*Tomado de: https://www.infobae.com/revista-chacra/2024/06/06/no-es-facil-competir-con-la-carne-vacuna/