Francisco Podestá (con gorra) con parte del equipo de trabajo. Foto/clarin.com
África podría ser el nuevo granero del mundo. Tiene agua, radiación y superficie. Pero todavía tiene mucho por recorrer en productividad en comparación a los principales productores, como Estados Unidos, Brasil o Argentina.
Para lograr esto, han ido diferentes profesionales argentinos a aportar su granito de arena. Uno de ellos es Francisco Podestá, quien es Ingeniero en Producción Agropecuaria. En su caso particular, comenzó a producir en Uganda en 2014 y ya siembra, junto a otros socios, unas 6.000 hectárea, en un contexto donde predomina la agricultura de subsistencia, el desafío es desarrollar una agricultura de escala
“El know how es argentino pero la agricultura se parece más a la de Brasil, Paraguay o Colombia”, resumió cómo es producir en ese país situado el este del contienen africano.
Actualmente, Francisco divide su tiempo laboral en dos: en Argentina es productor agropecuario, asesora campos y administra empresas agrícolas-ganaderas. Y mientras realiza esta actividad, viaja dos veces al año al país africano.
A Uganda llegó en el 2014, por intermedio de Eduardo Browne, otro argentino que vive en Estados Unidos desde hace mucho tiempo. Browne, junto a Philipp y Benjamin Prinz, decidieron apostar a la actividad agrícola en Uganda y lo convocaron. Así nació Agilis Partners, empresa en la que hoy Francisco es director técnico y socio.
“Fue fortuito mi llegada. La primera vez que me contactaron para ir a Uganda no sabía dónde quedaba”, recordó Francisco sobre sus comienzos, algo que ahora quedó como anécdota. “Cuando fui por primera vez, me gustó el clima, el ambiente y me sedujo mucho el desafío de poder ayudar a transformar la agricultura, que tiene un potencial enorme”, sostuvo.
Uganda está sobre el nivel del Ecuador, pero según remarcó Francisco, lo que lo caracteriza es que está a 1.500 metros sobre el nivel del mar, lo que provoca que el día no sea tan caluroso. Apuntó que tiene buenas lluvias de marzo a noviembre, acumulando 1.500 milímetros anuales.
Otro aspecto positivo del país africano es la calidad de los suelos. Francisco sostuvo que los suelos del trópico son muy ácidos y que para poder ponerlos en producción hay que agregar mucha cal para subir el PH. En Uganda, al contrario, la gran mayoría son con PH bueno.
En un primer momento, sembró unas 40 hectáreas y hoy se extendieron a 6.000 hectáreas, donde hacen doble cultivo, principalmente soja y maíz blanco. Siembran en marzo y cosechan en julio y vuelven a sembrar en agosto para luego cosechar en diciembre.
“Estamos haciendo cultivos de servicios, como cañamo y mijo. Probamos otros cultivos como mungo y porotos, pero la base está en el maíz blanco y la soja”, indicó.
En términos de rinde, aclaró que van mejorando “de a poco” porque van teniendo cada vez menos lotes malos, por lo que los promedios van subiendo.
En soja logran 2.300 kilos y en maíz, 6.000 kilos, que según aclaró, son rendimientos muy altos en comparación con lo que pasa en el resto del país, que se basa en la agricultura familiar, trabajada a mano, para consumo personal o para trueque.
Ahora, por pedido de un productor-cliente aviar, están probando materiales de maíz amarillo brasileños, que según explicó, rinden un 25% más que el blanco.
“Es un país que no está permitido los GMO, con lo cual es muy diferente. Los rindes son menores, son cultivos más cortos. Pero al hacer los dos cultivos al año, los márgenes son buenos”, sostuvo.
Una de las particularidades de no tener la posibilidad de sembrar GMO es la gran cantidad de pulverizaciones que deben realizar. Por ejemplo, apuntó que en soja deben pulverizar 3 o 4 veces contra la roya asiática y luego contra las plagas (no hay eventos que protejan la planta).
Sucede lo mismo con el maíz. Contó que en 2016 ingresó desde América el cogollero del maíz. Entró por Nigeria y se difundió en todo el continente. Y para su control, hay que pulverizar 3 veces con insecticidas.
«Es un punto importante no tener GMO tanto en maíz en soja. Con GMO los rindes serían mejores, los cultivos serían más baratos y sería mejor para el ambiente», explicó. «Tarde o temprano van a tener que implementarlos», analizó.
Francisco llevó a Uganda todo su conocimiento aprendido en Argentina y sobre todo, la técnica de siembra directa, que prácticamente no se usa en África. Si bien el know how es argentino, las sembradoras fueron compradas en Australia, Brasil y Estados Unidos.
Ahora también incorporaron el silobolsa, marca registrada también en Argentina, para acopiar los granos producidos.
Según contó, durante la primera etapa les costó muchísimo hacer pie, entre la adaptación al país y armar el equipo de gente. “No es fácil ser pionero en otro país. Pero nos fuimos acomodando. Estamos en un lugar donde queremos estar. Al principio llevé algunos argentinos. Ahora ya no hay ninguno, todo el equipo es de Uganda”, remarcó agregando que facilita la situación que dos de sus socios vivan en el país africano.
“Toda la agricultura está protocolizada, lo cual nos hace fuertes y nos hace que haya poca improvisación”, indicó. Esta “profesionalización” de la actividad ayudó a manejarse más con las nuevas tecnologías.
Ahora, ya más consolidado, el objetivo es crecer en rinde mejorando la genética, fertilización y el manejo por ambientes. Y por otro lado, quiere crecer en el área, inclusive, en otros países.
Para Francisco es una gran experiencia de poder llevar sus conocimientos a otro país, en este caso, Uganda. Y recomienda que otros argentinos se sumen a proyectos relacionados a la producción en África. «Es ideal asegurarse tener gente que esté involucrada en el proyecto que viva allá o un socio local. Hay que estar ahí. La cultura y la idiosincrasia son diferentes», analizó.
Producción en Uganda
Uganda se encuentra situada en el este de África. La agricultura es el sector más importante de la economía. Da empleo a más del 80% de la fuerza de trabajo y el ingreso más significativo procede de la exportación de café
Según indicaron desde la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), quien tiene una regional denominada Regional África, el continente es una de las regiones de mayor potencial para el desarrollo agrícola, no sólo por las condiciones agroecológicas sino también por la demanda en el abastecimiento de alimentos. Sin embargo, también se presentan dificultades vinculadas a la falta de mecanización y sistema de tenencia de las tierras, regulaciones en biotecnología, poca o nula disponibilidad de información agronómica, infraestructura deficiente, disponibilidad de insumos en el mercado, entre otros.
*Tomado de: https://www.clarin.com/rural/ingeniero-argentino-transformando-agricultura-africa_0_UKiufpLVsi.html