El 99% de los cultivos de palma de aceite están libres de deforestación en Colombia: Fedepalma

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Nicolás Pérez Marulanda, presidente de Fedepalma, en el 52 Congreso de la Federacion Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite.

Archivo:ElColombiano.svg - Wikipedia, la enciclopedia libre

El 2023 fue un gran año para el sector palmicultor en Colombia, con avances en producción y sostenibilidad. Según el último informe de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), Colombia se ha consolidado en el mundo como un origen confiable y sostenible de aceite de palma, generando valor para los agricultores, el medio ambiente y las comunidades locales.

Estos resultados se presentaron en el 52º Congreso de Fedepalma, que se realiza hasta este viernes 14 de junio en Bucaramanga, en donde se destacaron cifras alentadoras. Por ejemplo, 185 productores lograron la certificación APSColombia (Aceite de Palma Sostenible de Colombia), un aumento notable respecto a 2022.

De otra parte, Nicolás Pérez Marulanda, presidente ejecutivo de Fedepalma, resaltó que el 30% de la producción y área está certificado bajo algún estándar de sostenibilidad. Destacó que en un año de implementación APSColombia ya presenta resultados concretos, logrando 310 palmicultores certificados, de los cuales 70% corresponde a productores de pequeña escala.

Igualmente, Pérez mencionó que la exigencia de la debida diligencia por verificar el cumplimiento de la normativa nacional abre una gran oportunidad para el posicionamiento de APSColombia a nivel internacional.

De estos productores, el 74% son pequeños agricultores y el 32% son mujeres. Esto representa 47 mil hectáreas de palma de aceite y cerca del 10% de la producción nacional certificada en solo un año de implementación de esta iniciativa.

Además, por lo menos el 60% de los productores a nivel nacional ya mide su Índice de Sostenibilidad (IDS), con un 68% de pequeños productores liderando esta medición. El resultado más llamativo es que se da un 50% de adopción de prácticas sostenibles en los ámbitos económico, ambiental y social.

Según Nicolás Pérez Marulanda, presidente de Fedepalma, estos logros reflejan el compromiso del sector con la sostenibilidad. En 2023, el 30% de la producción y el área nacional de palma fueron certificadas bajo estándares internacionales como RSPO (Certified Sustainable Palm Oil), ISCC (International Sustainability and Carbon Certification) y APSColombia. Esto incluye a 214 productores a nivel nacional.

Pérez también destacó el apoyo a pequeños productores a través de la iniciativa APSColombia, que ofrece acompañamiento técnico y apoyo económico para garantizar su acceso a mercados y fortalecer la imagen sostenible del sector a largo plazo.

“El sector palmero colombiano es pionero en implementar un sistema de monitoreo satelital de deforestación en tiempo real, en alianza con Satelligence. Este sistema abarca más de 18,5 millones de hectáreas, y desde 2011 hasta 2023, ha demostrado que el 99% del área cultivada con palma de aceite en Colombia está libre de deforestación”, detalló el dirigente gremial.

Palmicultura baja en carbono

Asimismo, el informe de sostenibilidad del sector subrayó los avances hacia la carbononeutralidad, reduciendo la huella de carbono en un 27% gracias a prácticas sostenibles como el uso de coberturas leguminosas, vegetación acompañante, gestión de biomasa y fertilizantes de liberación prolongada. Estos esfuerzos se realizan en el marco del proyecto Biocarbono Orinoquia, financiado por el Banco Mundial.

En el ámbito social, el sector palmicultor genera 197.000 empleos, de los cuales más del 82% son formales. El 63% de los trabajadores tienen contratos de un año, con un salario promedio de 1,5 salarios mínimos legales.

“El sector está comprometido con la formalización laboral y la promoción de entornos seguros a través del programa “Plan Padrino”. En 2023, se formalizaron 547 trabajadores, de los cuales el 37% son mujeres cabeza de familia. Además, se vincularon 76 unidades productivas y 18 asociaciones palmeras a nivel nacional”, dijo Pérez.

También se capacitaron a trabajadores, productores y autoridades municipales en derechos humanos e integridad empresarial.

Gracias a estos avances, el presidente de Fedepalma precisó que el sector palmicultor es ahora más eficiente y sostenible, generando no solo rentabilidad para los productores, sino también mejorando la calidad de vida de las comunidades palmeras.

Preocupaciones

Como parte de este trabajo para el desarrollo del sector, Pérez subrayó la importancia de que la Federación esté cerca de los palmicultores y promueva espacios para escucharlos directamente. Es así como el año pasado se realizaron nueve diálogos en las cuatro zonas palmeras, alcanzando una participación del 20% del total de palmeros del país.

En estos espacios, puntualizó el directivo, se identificaron tres grandes preocupaciones que afectan al sector y que requieren atención para un correcto desempeño.

La primera de estas preocupaciones es la comercialización ilegal, toda vez que el mal uso de la figura de ordenantes de maquila ha generado una deuda de $10.000 millones al Fondo de Estabilización de Precios (FEP) y está debilitando el modelo de núcleos palmeros, basado en una relación fuerte entre plantas extractoras y palmicultores.

Otra de las problemáticas es la inseguridad en zonas palmeras, ya que dos terceras partes de los agremiados se han visto afectados por conductas delincuenciales durante el último año. La seguridad jurídica también se ha deteriorado, trayendo consigo incertidumbre e inestabilidad.

Por último, Pérez sostuvo que preocupa la disponibilidad de mano de obra. Al respecto, la transición demográfica acelerada genera disminución en la fuerza laboral por lo que se debe fortalecer el relevo generacional, la mecanización y optimización del talento humano y el fortalecimiento en la relación con la comunidad.

De cara al desarrollo del sector, una de las apuestas más grandes del gremio para este año es la renovación de los contratos de administración de los fondos parafiscales. Al respecto, Pérez precisó que la Federación ha sido auditada regularmente por la Contraloría General de la Nación y siempre ha contado con informes que reconocen el manejo transparente y eficiente de los recursos parafiscales.

Asimismo, resaltó que esa es la carta de presentación más importante en el marco de este proceso. El ejecutivo manifestó estar listos para renovar el contrato antes del vencimiento el próximo mes de noviembre. “Sigamos trabajando juntos y continuemos fortaleciendo este sector para asegurar que la palmicultura colombiana no solo sea sostenible, sino también un modelo a seguir a nivel global”.