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«El argumento es claramente utilizado con fines proteccionistas, resonando en una visión errónea de los productores locales contra el necesario equilibrio en el abastecimiento de productos de su propio mercado -que se realiza a través de la complementariedad, con productos de alta calidad que cumplan con todos los criterios determinados por las autoridades sanitarias de países importadores, como es el caso de la proteína brasileña», asegura ABPA.
«La afirmación de Bompard escapa a la lógica de una organización global, con fuerte presencia en Brasil, que debe actuar dentro de los principios de competitividad y respeto al libre mercado», añaden.
Por último, ABPA recuerda que el proteccionismo es también una actitud de falta de respeto a los principios de sostenibilidad: «al promover el bloqueo injustificado de productos procedentes de regiones con mejor capacidad de producción en materia medioambiental, el señor Bompard sitúa a los consumidores de sus tiendas en una lógica de consumo con más emisiones y bajo mayor presión inflacionaria y menor acceso a las clases menos favorecidas».