En enero de 2025 las exportaciones de café jalonaron el comercio internacional de Colombia. Foto: Raúl Arboleda / AFP.
Aunque en Colombia el precio y la producción de café han superado los máximos de lo corrido del siglo, no se puede hablar de una bonanza cafetera: las ganancias para la mayoría de caficultores que son pequeños productores no son tan sorprendentes, y las condiciones climáticas que han cosechado este incremento son una alerta para el futuro del sector.
Desde octubre de 2023, cuando el precio del café alcanzó los US$1,84, ha tenido un crecimiento permanente, llegando a los US$3,25 en enero de 2025, y para febrero había superado los US$4,00. Este comportamiento es normal en los precios de bienes como el café, que tienen aumentos y decrecimientos según la oferta y la demanda en algunos períodos, como lo muestra el gráfico 1 sobre el comportamiento mensual de los precios desde enero de 2000.
Aunque se hace referencia al precio como una bonanza cafetera, el Gerente de la Federación de Cafeteros explica:
Para poder comparar la situación actual con aquella de hace 48 años, tenemos que aumentar aquella cotización del 77 por el nivel de inflación anual en los Estados Unidos durante todo ese periodo, lo que nos daría un valor de US$16,8 por libra en dólares de hoy. (Vallejo, 2025)
El precio actual, que está alrededor de los US$4,00 por libra, cubre los costos de producción, y aunque se obtienen algunas utilidades no se puede llamar bonanza.

La apropiación de esta ventaja en precios no es uniforme para todos los productores. En Colombia, alrededor de 550.000 familias se dedican a la caficultura, lo que supone que más de 1,7 millones de personas se benefician de los precios actuales. Sin embargo, los beneficios no se trasladan a todas las personas por igual.
En Colombia el 54% de los caficultores tienen un área cultivada de menos de 1 hectárea, y el 36% tienen entre 1 y 5hectáreas, por lo que este sector se caracteriza por ser una producción de minifundios. Para quienes poseen hasta una hectárea se calculan ingresos anuales de 6,8 millones de pesos, y para los que tienen 5ha los ingresos anuales están por encima de los 33,7 millones de pesos, según el Director de Investigaciones Económicas de la Federación de Cafeteros (Leibovich, 2025).
Colombia en el mundo del café
Volviendo al gráfico, entre febrero de 2017 y mayo de 2019 se pasó de US$1,64 a US$1.,23 por libra, por lo que se otorgó un subsidio gubernamental para que los caficultores pudieran cubrir los costos de producción. En febrero de 2022 los precios subieron hasta 3 dólares por libra, y en octubre de 2023 volvieron a bajar hasta 1,84, periodo en el que fueron necesarios nuevos subsidios. Desde entonces se ha mantenido una tendencia al alza.
El precio de la carga de café (125 kilogramos) se calcula con el precio en la bolsa más la prima del café colombiano, un valor adicional por su reputación de calidad, y con el valor del dólar en la fecha correspondiente. En las últimas semanas el valor de la carga ha superado los 3 millones de pesos. La medida de la carga es del “pergamino seco”, es decir cuando el café ya ha pasado por todo el proceso de beneficio, desde la recolección hasta el secado.
La razón del aumento y la disminución de los precios se relaciona directamente con cambios en la oferta, debido a una drástica disminución de la producción en Vietnam y Brasil, por cuenta de temperaturas, lluvias y sequías relacionadas con los efectos del cambio climático que afectaron sus plantaciones. Volver a la producción de antes de los cambios no es un proceso inmediato por las características de los cafetales, que tarda entre 6 y 11 meses para que el fruto madure, según las condiciones de humedad y temperatura.

Estos dos países producen café de diferentes calidades. Vietnam es productor de café robusta y Brasil, aunque tiene producción de robusta, es fundamentalmente productor de café arábigo, conocido por ser un tipo suave, con características especiales de aroma, sabor y acidez. Colombia es productor de café arábigo y es reconocido internacionalmente por su calidad. En el mercado internacional es el que se vende para el consumo tradicional de los hogares y expendios como hoteles o restaurantes.
En cambio, el robusta es más utilizado en la producción de cafés solubles que no necesariamente tienen esas características, y también en mezclas de café molido. En el mercado se ofrecen cafés de diferentes orígenes, y el colombiano tiene una mayor cotización, aunque generalmente las casas distribuidoras venden cafés que son una mezcla de diferentes orígenes.
La producción anual de café en el mundo es de unos 180 millones de sacos de 60 kilogramos, de los cuales se exportan 138 millones (61% arábigo y 37 % robusta), y el resto es de consumo interno de los países productores. Brasil y Vietnam exportan 95 millones de sacos, que representan el 53% del global. Brasil exporta el 36% y Vietnam el 17%, mientras Colombia, que está en el tercer puesto, exporta el 9% del total. En enero el país duplicó sus exportaciones a Estados Unidos, un aumento del 103,6% respecto al 2024, que representaron 174,8 millones de dólares.
La demanda de los países consumidores es importante para determinar el comportamiento de las exportaciones y de los precios. En los últimos 20 años el consumo mundial de café ha mantenido un crecimiento promedio del 1,6 %. La participación promedio en el consumo de café de los países importadores es de 120 millones de sacos, y el consumo interno de los países exportadores es de 57 millones.
El precio de los cafés robusta y arábigo se determina en las Bolsas de Londres y Nueva York. Por la calidad del café colombiano, su precio tiene una prima sobre la cotización de la bolsa de Nueva York. Las principales variables que el mercado considera son la producción y las exportaciones del grano, y pese a los aumentos o la disminución de los precios en los rangos en los que nuestro café se ha movido en los últimos 20 años, su consumo –o demanda– ha mantenido su nivel de crecimiento, debido a que se considera como un producto esencial.
Cada día la Organización Internacional del Café (OIC) presenta el comportamiento de los precios clasificándolos en 4 características y un promedio ponderado; así, en dólares, con los datos para febrero de 2025: suaves colombianos 4,10, otros suaves 4,09, naturales brasileños 3,79, y robustas 2,52. El precio promedio de la OIC es de 3,54. Estos precios son un buen indicativo del comportamiento de las diferentes clases de café que se transan en el mercado.
Cada año Colombia produce alrededor de 14 millones de sacos, de los cuales más de 12 millones son comercializados fuera del país. En febrero se produjeron 1,361 millones sacos de café, lo que representó un aumento del 42% respecto a 2024. En los últimos años ha aumentado el volumen debido al cuidado de los cafetales y al uso de variedades resistentes a las enfermedades, un reto cada vez más urgente, según la World Coffee Research, que sostiene que usar variedades mejoradas es una herramienta poderosa para enfrentar la crisis climática que hace cada vez más variable el mercado.
En un reciente artículo (Hunt, 2025), el autor se atreve a pronosticar un precio de US$2,95 para el final de 2025, con base en una encuesta a 12 comercializadores. La cosecha brasileña bajará unos 3 millones de sacos, pero en 2026 crecerá. En Brasil crecerá la cosecha de café robusta que compensará el declive del arábigo, pero su precio caerá un 14% a 2,16 dólares. Si en Vietnam se mantiene la actual situación climática, se espera que su producción empiece a crecer en 2026.
Hunt, N. (2025, Febrero 14). Arabica coffee seen falling 30% by end 2025. Reuters.
Leibovich, J. (2025). El resurgir de la caficultura colombiana en 2024. Políticas públicas. Bogotá: Revista Cambio.
Vallejo, R. V. (2025, Febrero 12). El cisne negro, café a US$4.00 la libra. La República.
*Tomado de: https://periodico.unal.edu.co/articulos/aumento-del-precio-del-cafe-colombiano-no-es-una-bonanza