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La economía colombiana aún presenta una inflación «bastante desbordada» en alimentos, a pesar de que se encuentre disminuyendo en algunos productos.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, celebró que «por primera vez en muchísimo tiempo» el país tuvo inflación negativa en alimentos. En diálogo con Sputnik, el economista Raúl Ávila dio la razón al mandatario, pero advirtió que el alza de los combustibles puede volver a aumentar los precios.
El mandatario colombiano celebró una baja en la inflación de los alimentos registrada en el reporte de abril del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Aunque magro, el dato del cuarto mes del año marcó una variación de -0,02% con respecto a marzo.
«Por primera vez en muchísimo tiempo, logramos que la inflación de alimentos sea negativa, en un mundo que tiene la inflación disparada en alimentos, lo cual significa que nuestra lucha contra el hambre comenzó a tener éxito», pronunció Petro durante su visita oficial a Portugal.
El mensaje de Gustavo Petro disparó un debate público sobre si Colombia podría considerar seriamente que la inflación hubiera bajado.
En diálogo con Sputnik, el economista y académico de la Universidad Nacional de Colombia, Raúl Ávila, consideró que Petro tiene razón al interpretar así el dato. «Bajó un 0,02% con respecto al mes de marzo. Entonces sí, es un dato que corrobora el mensaje del presidente de que la inflación está bajando», apuntó.
De todos modos, el experto advirtió que «esa afirmación podría no ser 100% certera» si se tienen en cuenta otras «aristas» detrás de la formación de precios.
Disminución en el precio de los alimentos
Ávila precisó que la economía colombiana aún presenta una inflación «bastante desbordada» en alimentos, a pesar de que se encuentre «disminuyendo en algunos productos».
De acuerdo al índice mensual, los alimentos tuvieron algunas reducciones. «Técnicamente son productos básicos de la canasta diaria con alimentos como tomate, cebolla, papas, un tipo de frutas, la yuca y la carne de cerdo», precisó.
El experto recordó que, en contrapartida, «cuando miras el agregado, aún tiene una variación anual del 18,47% y eso está explicado fuertemente porque mes a mes algunos alimentos no tienen esa senda de desaceleración, como la leche en polvo para lactantes, condimentos, hierbas culinarias, concentrados para preparar refrescos, zanahorias, legumbres, hortalizas y carnes, siguen teniendo una inflación alta».
¿Una nueva suba en el futuro?
«Estamos viendo una inflación mes contra mes que está bajando un poco, pero hay que tener en cuenta que estamos enfrentando a un factor que es la suba de los combustibles. Probablemente en un mes voy a decir que la inflación y el precio de los alimentos va a volver a subir», pronosticó.
Para Ávila, el aumento «paulatino y constante» de los combustibles, incluido el diésel, repercutirá directamente en el precio de los alimentos, dada «cierta lejanía desde los centros de producción respecto a los centros de consumo».
La situación podría empeorar si se confirma la posibilidad de que Colombia atraviese una sequía que afecte las zonas productivas y provoque «problemas en la producción de alimentos, por poca disponibilidad de agua para el riego».
A los ojos del economista, el escenario inflacionario de Colombia para el corto y mediano plazo incluirá «desabastecimiento de alimentos, encarecimiento de los mismos por poca disponibilidad y una presión inflacionaria por el aumento de los combustibles que comenzaremos a enfrentar», lamentó.
Coyunturalmente, explicó Ávila, «cuando uno mira la canasta básica de los colombianos, uno mira que el sector alimenticio equivale a un 27% de la canasta, a eso le sigue la categoría de arriendo de vivienda y el pago de servicios públicos que es un adicional 17,7%, pero el transporte llega a pesar casi un 16,5%, y tenemos una subida en eso que impacta directa e indirectamente al transporte de pasajeros y alimentos».