Imagen/DIVULGACIÓN
Brasil mantiene el liderazgo mundial, entre 17 países, en el valor del costo de producción en dólares por kilo vivo de cerdo en 2022. El país participa con datos de los estados de Mato Grosso y Santa Catarina. En Mato Grosso, el costo de producción en 2022 fue de 1,13 dólares por kilogramo de cerdo vivo, mientras que en Santa Catarina fue de 1,28 dólares/kg. A pesar de aumentos del 10% y del 12% en los dos estados, respectivamente, respecto a 2021, los valores siguen siendo inferiores a los de Estados Unidos (1,42 dólares por kilo vivo), Dinamarca (1,49 dólares), España (1,66 dólares), Países Bajos (1,74 dólares) y Alemania (1,83 dólares). El promedio para los países que forman parte de la red InterPIG es de US$ 1,72 por kilogramo vivo.
Los costos globales de producción porcina aumentaron significativamente en 2022. Los datos son del Grupo de Comparación de Costos de Producción en Porcicultura (red Interpig), que reúne instituciones de 17 países productores de carne de cerdo, incluido Brasil, representado por Embrapa. Las cifras se presentaron este año durante la reunión del grupo.
Los precios más bajos recibidos por kilo vivo también se dan en Brasil, con 1,06 dólares, en Mato Grosso, y 1,10 dólares, en Santa Catarina, mientras que el promedio, por ejemplo, en Estados Unidos es de 1,58 dólares por kilo vivo.
“El principal objetivo de esta publicación es acercar información a los agentes de la cadena productiva en Brasil sobre el grado de competitividad de sus principales competidores”, informa Marcelo Miele, investigador del área de socioeconomía de Embrapa Porcina y Avícola en Santa Catarina. Todos los países mostraron un aumento importante en los costos de producción en 2022 y los ingresos recibidos por el ganado comercializado también aumentaron, sin embargo, en la mayoría de los países la variación fue menor que los costos, generando pérdidas en la cría de cerdos, siendo Estados Unidos una excepción. .
El investigador explica que el aumento general de los costos de producción en 2022 se produjo principalmente por los precios del maíz y la harina de soja. Los insumos para piensos se vieron afectados tanto por acontecimientos climáticos como geopolíticos, como la guerra en Ucrania, que encareció los fertilizantes y redujo el suministro mundial de cereales. “Además, destaca también la inflación global en los precios (electricidad, vacunas y medicamentos y construcción), las remuneraciones laborales y su impacto en los tipos de interés”, añade Miele.
Perspectivas de expansión de las exportaciones
El panorama general en 2023 fue una caída de los precios de los piensos y una estabilidad de otros precios con un cierto alivio en la electricidad y un aumento de los salarios. Los precios ofrecidos por kilo de cerdos vivos también muestran una tendencia a recuperarse en la mayoría de los países. Por lo tanto, el investigador apunta a la perspectiva de ampliar las oportunidades para las exportaciones brasileñas el próximo año.
“Este tipo de exportaciones ocupan hoy el cuarto lugar en el mercado internacional de carne de cerdo, pero podrían ocupar el tercer lugar si los envíos de Brasil superan a los de Canadá. Si esto se refleja en los precios que reciben los productores, habrá un impacto positivo en los márgenes de ganancia”, analiza el científico.
Los principales factores que explican los menores costes de Brasil en comparación con esos países están relacionados con la eficiencia de la producción y los precios. Por un lado, el país ha presentado coeficientes zootécnicos competitivos frente a la mayoría de sus competidores, principalmente como resultado de la incorporación de tecnología y la sanidad de los rebaños lograda con inversiones en bioseguridad en las fincas y en defensa agrícola.
También cabe destacar la menor remuneración de la mano de obra y el menor coste de las instalaciones. En el caso de los salarios, Brasil tiene niveles muy inferiores a los practicados en el exterior; la hora trabajada aquí, en 2022, rondaba los 3 dólares, mientras que en un competidor importante como España es de 16,29 dólares.
Sin embargo, el costo de la alimentación animal fue el principal determinante. La cría de cerdos en Mato Grosso tuvo el costo de alimentación más bajo en esta comparación. En ese estado se gastaba un promedio de 0,87 dólares para producir un kilogramo de cerdo vivo, dada la baja conversión alimenticia y los menores precios de los piensos.
En Santa Catarina, este valor fue de alrededor de 1,02 dólares y estuvo determinado por la baja conversión alimenticia, dados los mayores precios del alimento. Destacan Dinamarca y Estados Unidos, con un costo de 0,96 y 1,03 por kilogramo de animal vivo, respectivamente.