El análisis se ha realizado sobre compuestos utilizados en la fabricación de bienes de consumo. Foto/diarioveterinario.com
Las exposiciones a químicos ambientales pueden producir cambios en el microbioma intestinal, provocando problemas de salud en los animales
Los microbios que habitan en los seres vivos están influenciados por las características del entorno, la comida, la bebida, el aire respirado y todo aquello que sea absorbido a través de la piel. Es por ello, que los seres vivos están en contaste exposición a contaminantes ambientales.
En este sentido, multitud de estudios han investigado cómo las exposiciones químicas pueden afectar a la salud, produciendo problemas reproductivos y de desarrollo, así como diabetes, complicaciones cardiovasculares, enfermedades hepáticas, obesidad, trastornos de la tiroides y deficiencias inmunes.
A raíz de esto, un equipo de científicos de EE UU ha revisado la investigación que relaciona docenas de químicos ambientales con cambios y modificaciones en el microbioma intestinal y los problemas de salud asociados a esto. Cabe resaltar que los estudios revisados por este grupo de investigadores fueron realizados en ratas, ratones, peces, perros, gallinas, vacas, adultos humanos y bebés, abejas melíferas y otros organismos.
En el artículo publicado, además, se hace un análisis sobre compuestos utilizados en la fabricación de bienes de consumo, como los bisfenoles. También se describe la ciencia asociada con la exposición a contaminantes orgánicos persistentes (COP) y metales pesados. Muchos de estos COP incluyen policlorobifenilos (PCBs); perfluoroquímicos, utilizados en utensilios de cocina y paquetes de alimentos; y los polibromodifenil éteres, usados en retardantes de llama y pesticidas y herbicidas.
“Los productos químicos como los bisfenoles, los ftalatos y algunos pesticidas, los contaminantes orgánicos persistentes y los metales pesados pueden alterar el metabolismo hormonal y están asociados con resultados adversos para la salud”, explican los autores.
Es importante mencionar que estos estudios han revelado que la exposición a los bisfenoles aumenta los niveles de la bacteria Methanobrevibacter en el intestino masculino. Además, se ha demostrado que, tanto en humanos como en ratones, aumentan la capacidad de su huésped para extraer más energía de los alimentos.
Asimismo, se ha observado que los ftalatos son plastificantes y estabilizadores que se filtran fácilmente en los alimentos, provocando contaminaciones e interfiriendo con la señalización hormonal normal del cuerpo.
Con respecto a este punto, la exposición de ratones a estos ftalatos durante la pubertad parece inhibir la síntesis microbiana de butirato, un metabolito que es esencial para la salud intestinal, la regulación inmune y la función neurológica, apuntan los expertos.
EL GLIFOSATO ALTERA LA COMPOSICIÓN BACTERIANA DEL MICROBIOMA INTESTINAL EN EL GANADO
Por otro lado, los autores comentan que “estudios recientes han investigado el impacto de la exposición a los COP en la microbiota intestinal durante las etapas de desarrollo, juveniles y adultas en una variedad de animales, incluidos ratones, peces y humanos”. Con respecto a esto, conviene explicar que los COP son productos químicos aceitosos que pueden permanecer en el medio ambiente durante muchos años.
Asimismo, estos estudios han encontrado que la exposición a los PCBs se han asociado con modificaciones microbianas en el intestino y una mayor permeabilidad intestinal, además de inflamación y problemas cognitivos.
Del mismo modo, los perfluoroquímicos, utilizados en utensilios de cocina, envases u alfombras, se relacionan con cambios en el microbioma intestinal y en el metabolismo de los lípidos en los ejemplares hembras de los peces y sus crías. Los expertos explican que los cambios en el microbioma se mantuvieron en la descendencia, y que los peces jóvenes experimentaron mayor mortalidad que aquellos cuyas madres no estuvieron expuestas a los perfluoroquímicos.
Por último, se ha demostrado que la exposición a herbicidas a base de glifosato altera la composición bacteriana del microbioma intestinal en el ganado, los roedores y las abejas melíferas. Los síntomas ansiosos y depresivos aumentaron en los ratones, mientras que en el ganado se asocia con un aumento de las bacterias patógenas. También se analizó cómo el pesticida clorpirifos afecta a las poblaciones microbianas en roedores machos y peces expuestos al pesticida durante su crecimiento, causando inflamación y estrés oxidativo en el intestino.
«Todos estos datos juntos sugieren que la exposición a muchos de estos químicos ambientales durante varias etapas de la vida puede alterar el microbioma intestinal de formas que influyen en la salud«, lamentan los autores. “Las patologías asociadas con microbiomas alterados después de la exposición a químicos ambientales incluyen disfunción inmune, metabolismo alterado de carbohidratos y lípidos, y alteraciones neurológicas y conductuales. También estamos viendo que estos efectos dependen en gran medida del sexo y la edad de un individuo«, concluyen.