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Según un reciente informe de Fedepalma, en el mes de enero la producción nacional de aceite de palma registró una caída de 155 mil toneladas, una cifra inferior comparada con el mismo periodo del año anterior. Esta reducción se debe principalmente a factores climáticos en las zonas norte y oriental del país, incluyendo a Córdoba.
La zona suroccidental fue la única que experimentó un aumento del 3,7% en enero gracias a un mayor procesamiento de fruta. Además, en los últimos 12 meses la producción nacional creció de 1,7 millones a 1,8 millones de toneladas.
Pese a esto, la disminución en la producción podría golpear a Córdoba, que con más de 4.100 hectáreas cultivadas y una planta extractora que genera cientos de empleos, cientos de familias subsisten gracias a este cultivo. Los palmicultores de la región deberán redoblar esfuerzos y aplicar las mejores prácticas para contrarrestar los efectos climáticos y aprovechar los meses de mayor producción que se estiman sean a partir de finales de febrero y marzo.
La palma de aceite es un cultivo emergente en Córdoba y la región, que ha venido creciendo exponencialmente en los últimos años debido a su adaptabilidad al suelo y condiciones climáticas. El sector palmero genera cerca de 70.000 empleos directos y unos 120.000 empleos indirectos en Colombia
El reto principal será mantener la competitividad frente a los aceites vegetales importados y conservar la demanda interna, que absorbe actualmente el 76% de la producción nacional de aceite de palma. Colombia es el cuarto productor mundial de este aceite, siendo superado sólo por Indonesia, Malasia y Tailandia.
Expertos también mencionan que el panorama para este cultivo no es para nada desalentador ya que la disminución de los precios internacionales del aceite de palma y su competitividad frente a los aceites vegetales importados han contribuido a mantener una mayor colocación de palma de producción nacional en el país, fortaleciendo así la industria local.
