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Curiosamente esto se conoce en el contexto de que faltan ocho meses calendario para que el maíz, uno de los productos que incluyen el Tratado de Libre Comercio con EE.UU., quede libre de protección arancelaria
Colombia le notificó la apertura de una investigación por subsidios agrícola al Gobierno de Estados Unidos para productos de maíz y leche en polvo. Pero, ¿Qué significa esto?
Curiosamente esto se conoce en el contexto de que faltan ocho meses calendario para que el maíz, uno de los productos que incluyen el Tratado de Libre Comercio con EE.UU., quede libre de protección arancelaria.
Ahora, en Colombia se produce maíz, pero, según los libros, los colombianos consumen más que todo el importado. De acuerdo con Fenalce, el mercado colombiano tiene una demanda de maíz insatisfecha del 79% que se suple con maíz importado que se podría producir en el país.
En Colombia la producción nacional de maíz creció un 23,4% en los últimos 15 años, al pasar de 1,6 millones de toneladas a 1,9 millones, a un ritmo promedio anual de 3,4%; mientras que las importaciones crecieron un 96,5%, a un ritmo anual de 5,5%, al pasar de 3,3 millones de toneladas en 2008 a 6,5 millones en 2022.
¿Qué pasa si en Colombia abrieron esta investigación?
El hecho de que Colombia le notifique a Estados Unidos la apertura de una investigación por subsidios, quiere decir que esta investigación, de alguna manera, puede llevar a lo que se conoce en el comercio exterior como derechos compensatorios o medidas compensatorias. Estas que normalmente son medidas de protección que utilizaría el gobierno en torno a la industria nacional que también se dedica al maíz. Es decir, «impuestos«.
Esto se explica por la «desventaja» que hay con la entrega de subsidios de Estados Unidos a su producción agrícola. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos estima que, entre 2018 y 2023, gracias al Agriculture Improvement Act, se destinaron US$248.000 millones para proteger a los productores estadounidenses de cambios climáticos y de precios, otorgar subsidios agrícolas e implementar programas de conservación.
Pero esto también sería un golpe para el comercio norteamericano. Es importante reconocer que, en el caso del maíz, el cuarto país de destino para el caso de Estados Unidos es Colombia. «De alguna manera, aunque esto pueda iniciar este tipo de investigación, si es importante tener en cuenta como vamos a aplicar esos derechos de medidas compensatorias frente a los subsidios agrícolas, que como sabemos los americanos protegen mucho«, explica Andrés Mauricio Castro, decano de Negocios Internacionales de la Universidad Piloto de Colombia.
¿Se afectaría el consumidor en Colombia?
Esto puede ser un arma de doble filo, y es que el maíz importado que mayormente se consume en Colombia, casi que sostiene a dos grandes industrias del agro: la avícola y la cárnica. «Ahora, si se tiene que pagar aranceles sobre ese maíz americano importado, pues al final eso termina aumentando el costo operativo y al final, termina afectando el precio del consumidor», explica Castro.
Además, esto podría reducir la demanda de maíz estadounidense en Colombia, lo que al final puede afectar no solo los agricultores colombianos que lo necesitan, sino también los exportadores americanos que ven a Colombia como un mercado, sabiendo que somos el cuarto país de destino de este tipo de productos.
Pese a que la demanda crece, la oferta local cae
En Colombia, hasta 1990 se sembraban 786.800 hectáreas de maíz, sin embargo, con el TLC firmado con Estados Unidos, los bajos precios del maíz importado llevaron al sector a la quiebra. En 2008 se registraron apenas 523.820 hectáreas sembradas.
De acuerdo con las cifras de Fenalce, la demanda nacional (producción más importaciones) pasó de 4,5 millones de toneladas en 2009 a más de 8,4 millones de toneladas en 2022, esto se explicó por el crecimiento mundial de la demanda de maíz amarillo, que lo consumen principalmente para la alimentación de animales.
De hecho, en los últimos cinco años, en el país apenas se llegó a las 462.626 hectáreas sembradas, un crecimiento quinquenal de 18,4%. Esto evidencia la subutilización de la tierra en Colombia que se debe corregir, que según Fenalce, en el país tan solo se siembra el 1% del área potencial para maíz.